Reconocer quién eres, tus valores, tus prioridades y la esencia divina que te acompaña al desglosar las áreas maestras y alinear tus objetivos con tu SER INTEGRAL.
Definir metas personales, profesionales y de negocios.
Establecer hábitos alcanzables y sostenibles.
Desarrollar un plan estratégico con acciones conscientes que te impulsen a avanzar con determinación hacia la meta integrando lo espiritual en lo práctico.
Cultivar crecimiento integral a través de la disciplina con un progreso genuino y satisfactorio desde el ser, para hacer y lograr tener.